La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos, el organismo que supervisa la competencia y se encarga de la protección de los consumidores, acaba de publicar una lista con los 10 fraudes más comunes que se pueden realizar a través de Internet. Así, el informe de la FTC es resultado de una iniciativa impulsada por los organismos de protección de los consumidores de varios países, entre ellos Alemania, Gran Bretaña o Canadá. 'Queremos que los artistas del fraude cibernéticos sepan que estamos montando una coalición de protección al consumidor en todo el mundo', manifestó Jodie Bernstein, responsable la Oficina de Protección a los Consumidores, informa Europa Press. El decálogo de la Comisión Federal de Comercio, realizado a partir de las denuncias efectuadas por los propios consumidores, considera que estos son los supuestos más frecuentes:
Las subastas: Algunos mercados virtuales ofrecen una amplia selección de productos a precios muy bajos. Una vez que el consumidor ha enviado el dinero puede ocurrir que reciban algo con menor valor de lo que creían, o peor todavía, que no reciban nada.
Acceso a servicios de Internet: El consumidor recibe una oferta de servicios gratuitos. La aceptación lleva implícita el compromiso de contrato a largo plazo con altas penalizaciones en caso de cancelación.
Las tarjetas de crédito: En algunos sitios de Internet, especialmente para adultos, se pide el número de la tarjeta de crédito con la excusa de comprobar que el usuario es mayor de 18 años. El verdadero objetivo es cobrar cargos no solicitados.
Llamadas internacionales: En algunas páginas, por lo general de material para adultos, se ofrece acceso gratuito a cambio de descargar un programa que en realidad desvía el módem a un número internacional o a un 906. La factura se incrementa notablemente en beneficio del propietario de la página.
Servicios gratuitos: Se ofrece una página personalizada y gratuita durante un período de 30 días. Los consumidores descubren que se les ha cargado facturas a pesar de no haber pedido una prórroga en el servicio.
Ventas piramidales: Consiste en ofrecer a los usuarios falsas promesas de ganar dinero de manera fácil sólo por vender determinados productos a nuevos compradores que éstos deben buscar.
Viajes y vacaciones: Determinadas páginas de Internet ofrecen destinos maravillosos de vacaciones a precios de ganga, que a menudo encubren una realidad completamente diferente o inexistente.
Oportunidades de negocio: Convertirse en jefe de uno mismo y ganar mucho dinero es el sueño de cualquiera. En la Red abundan las ofertas para ganar fortunas invirtiendo en una aparente oportunidad de negocio que acaba convirtiéndose en una estafa.
Inversiones: Las promesas de inversiones que rápidamente se convierten en grandes beneficios no suelen cumplirse y comportan grandes riesgos para los usuarios. Como norma general, no es recomendable fiarse de las páginas que garantizan inversiones con seguridad del 100%.
Productos y servicios milagro: Algunas páginas de Internet ofrecen productos y servicios que aseguran curar todo tipo de dolencias. Hay quienes ponen todas sus esperanzas en estas ofertas que normalmente están lejos de ofrecer garantías de curación.
Las estafas del 906 en España.
Pese a que el índice de uso del comercio electrónico entre los consumidores españoles es todavía muy bajo, las primeros indicios de fraude ya han hecho su aparición. Así, según Miguel Pérez Subías, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), las principales quejas en España están relacionadas con el uso de números 906 a los que el usuario accede sin darse cuenta a través de páginas con contenidos pornográficos. 'Al usuario se le pide que acceda a seguir visualizando imágenes gratis, pero cuando presta su consentimiento para ello en realidad lo que está haciendo es acceder a un 906 con la consiguiente factura telefónica', explica.
Entre las recomendaciones de la AUI, destaca el utilizar siempre accesos seguros y no realizar compras en páginas no identificadas. También recuerda que comprar a través de un servidor situado en el extranjero 'es como ir al extranjero y comprar algo', a efectos de reclamaciones posteriores y preguntar siempre si los portes y aranceles de los productos están incluídos en el precio. Otra de las recomendaciones es evitar 'a toda costa' cargar en el ordenador programas desconocidos y comprar siempre con tarjeta de crédito 'ya que pueden rechazarse los cargos durante un período de tres meses'.
La visión de las empresas del sector es diferente a la de los usuarios. Para María González Revuelta, directora general de la Asociación Española de Comercio Electrónico, 'no hay fraudes específicos del comercio electrónico'. Y añade que 'los mismos problemas que los consumidores pueden tener en establecimientos tradicionales son los que se dan en la Red'. González Revuelta matiza que 'las escasas quejas que nos han llegado se deben a retrasos en la entrega de productos, pero esto no es típico de Internet'. Desde esta asociación aconsejan seguir pautas de conducta similares a las que se mantienen en el comercio clásico. 'Si no se entra en una tienda por falta de confianza, tampoco se debe entrar en una página'.
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